Las autoridades han grabado a los rusos con un "impuesto electoral"

28.01.2011 — Informes analliticos

Durante muchos años, los analistas han intentado entender a Rusia con la razón, y valorarla con un patrón económico de uso común. Pero todo ha sido en vano. Y es que vivimos, quizás, en el único país con economía de mercado del mundo, donde los precios no están sujetos a las leyes de la oferta y la demanda, sino a los decretos del gobierno. El nuestro es el único país productor de petróleo, en el que la gasolina cuesta más que en los que no tienen "oro negro". Sólo nuestros servicios comunales de vivienda son más caros cuanto más inútiles. Y sólo nuestras tiendas pueden imponer aumentos comerciales del 300%, ahogando económicamente tanto a sus propios proveedores como a sus compradores. Los periodistas de "RusBusinessNews" están seguros de que el precio de los responsables de este absurdo son los funcionarios en todos los niveles del gobierno. Los funcionarios de bajo nivel están acostumbrados a vivir de los sobornos de las redes comerciales. Y los verdaderos "propietarios" del país hace tiempo que tienen más o menos que ver con las compañías gasopetrolíferas y de energía que financian su participación en las elecciones.

Los incendios forestales "han quemado" los mostradores

Hasta mediados de 2010 nada hacía prometer una tormenta en el frente de los precios. La mayoría de los rusos salió perdiendo debido a la crisis mundial en cuanto al sueldo, pero no se queja de lo que pueda venir. Y es que, la inflación no ha ido más allá del 10% anual, y algunos productos hasta se han abaratado.

Pero en julio, las cosas cambiaron de forma del todo inesperada. Durante unos meses, Rusia Central se convirtió en el epicentro del mundo de calor. Ardieron los campos, el fuego campó a sus anchas por los bosques, y las turberas humearon.

Entonces el "incendio" se extendió a los mostradores, "quemando" para siempre los precios relativamente estables de los alimentos. Lo primero que se disparó el precio del grano, harina y pan. Pero las autoridades tardaron en abandonar todos los esfuerzos para apagar el "fuego" y no activó los mecanismos internos para contener la inflación. En particular, el Estado no llegó a intervenir. El gobierno ruso aplicó limitaciones a medias, ya que sólo se prohibió la exportación de granos. Como resultado, en el sur del país ha acumulado unos 10 millones de toneladas de la cosecha, que, como de costumbre, se vendía en el extranjero. Toda la logística local "cerró" para la exportación y la infraestructura del no permitía desviar los suministros al mercado interno.

Luego vino el crecimiento de los precios de otros alimentos. Los antimonopolistas aquí y allá, se dedicaron a la pesca proveedores y comerciantes bajo acuerdo de precios de precios, pero pocos resultados mínimamente serios trajo este trabajo.

Pronto una ola de inflación se convertidó en una la "novena ola" que vació las carteras de los ciudadanos. Así, en Ekaterimburgo el alforfón alcanzó el precio del pollo, y el kilo de cereales sobrepasó los 100 rublos. El mismo nivel de precios alcanzaron en el norte del Distrito Federal de los Urales las patatas. Se espera que en primavera los números de tres dígitos aparecerán en las etiquetas de precio de las patatas en los Urales.

El precio de la leche en Ekaterimburgo aumentó en un tercio y sobrepasó los 30 rublos ($1) por litro. No se queda atrás la carne. Los precios de la carne en otoño se han mantenido estables, ya que el ganado se sacrificó y la oferta superó la demanda. Pero después de Año Nuevo el tamaño de los rebaños se han diluido considerablemente, las reservas internas se han agotado y una nueva subida de precios es inevitable.

La mantequilla ha subido de precio la mitad de su valor, hasta 60 rublos por un paquete de 200 gramos. La misma línea tomó el queso, que se incorporó en la categoría de manjares con un precio de unos 300 rublos por kilogramo. El precio de la harina subió entre el 33 y el 46%, pero las etiquetas de sus precios se puede reescribir casi todas las semanas. Sólo en vacaciones de Año Nuevo el aumento fue de un 6% a un 16.5%.

Según los analistas del boletín "Noviy Kurs", este "baile" de precios no ha terminado. El impacto más fuerte de la inflación será recibido por los rusos en el primer semestre de 2011.

El "motor" a gas de la inflación

Pero no sólo "aceleran" la inflación las catástrofes naturales. Entre sus orígenes hay monopolios, que regularmente elevan el precio del gas, la gasolina y el transporte ferroviario. Sus dirigentes explican una práctica similar de buenas intenciones. Gazprom cree que el aumento de precio del gas natural promueve las tecnologías de ahorro de energía, y permite a la compañía invertir en yacimientos de difícil acceso.

Petroleros son deportados a obsoletas las instalaciones de procesamiento. "Ferrocarriles de Rusia", S.A. expresa su preocupación por la creación de nuevas infraestructuras y el tráfico de cercanías poco rentables. A los trabajadores del ferrocarril les gustaría aumentar anualmente los precios de sus servicios en un 23%, pero el gobierno ruso ha restringido sus apetitos a un 6-7%.

Los expertos creen que la introducción de las nuevas tecnologías de producción, la construcción de refinerías, para mejorar las instalaciones de la pista, son posible sin aumentar los precios y tarifas. Para ello a los opacos monopolios sólo les vale la pena optimizar gastos y liberar recursos para la inversión. Pero esas medidas no están entre sus intereses.

Según la web Wikileaks, los diplomáticos norteamericanos consideran que Gazprom es una estructura ineficiente y corrupta. La empresa no sólo tiene la carga de los gastos sociales, sino que también resuelve una serie de objetivos políticos.

El vicepresidente ejecutivo de Gazprom Valery Golubev, confirma que la mayoría de gasoductos instalada por indicación del Gobierno de la Federación de Rusia en las repúblicas del Cáucaso Norte no es rentable. La deuda energética de Chechenia, Ingushetia y Daguestán alcanzó los 10 mil millones de rublos, y el dinero acabó en los bolsillos de funcionarios locales, que establecen según su propio criterio las tarifas para el gas y la electricidad.

El director del Instituto de Problemas de Globalización, Mijaíl Delyagin llama a los ingresos que no se reciben, "un tributo a la nueva Horda de Oro", que se paga por la ausencia de una política coherente del Kremlin en el Cáucaso. De hecho son los demás consumidores de Gazprom, los que pagan el mantenimiento de las repúblicas rebeldes.

El consorcio incluso en la crisis no ha abandonado la unión de los precios del gas para la calefacción de aceite y no ha cambiado el principio comercial de "coge o paga", lo que la convirtió en un producto poco atractivo según el precio y las condiciones de entrega. Esto llevó a los consumidores europeos a buscar proveedores alternativos. Según datos del jefe de de la compañía East European Gas Analysis Mijaíl Korchemkin, Turquía disminuyó en el último año, las compras de gas natural ruso en un 21% e Italia en un 48%. Croacia en 2011 se ha negado totalmente a cooperar con Gazprom, y prefiere comprar el gas natural licuado en Italia. Polonia está construyendo su propia terminal de licuado de gas natural y tiene la intención de ampliar el suministro a Europa Central.

La pérdida de mercados europeos hace a Gazprom "sacar" de donde sea los beneficios que se han dejado de percibir, en el mercado ruso. Los consumidores, por las buenas o por las malas se ven obligados a mantener el consumo en los niveles actuales. No muy lejos, se vislumbra un nuevo aumento de los precios internos de "combustible azul". Según la Ministro de Desarrollo Económico de la Federación de Rusia Elvira Nabiullina, en 2013 el combustible en Rusia será sólo un 20% más barato que en Europa (ahora la diferencia es del 50%).

Tampoco corresponden a la realidad del mercado los precios rusos del "oro negro". Las tasas bajas para los derivados pesados del petróleo obligan a las compañías de integración vertical a sacar fuera del país la materia prima no tratada. Mientras tanto, en Rusia, en el mercado mayorista, se crea artificialmente mucha demanda de derivados ligeros de petróleo, lo cual tiene como consecuencia el aumento de precios de la gasolina.

El servicio federal antimonopolista reparó en las "artes" de los petroleros y les puso una multa que ascendió a 26 000 000 rublos. Pero poca cosa de este dinero llego a Hacienda. El Gobierno ruso, por boca de su viceprimer ministro Igor Shuvalov, recomendó al servicio antimonopolista llegar a un compromiso con los explotadores de los subsuelos. Como resultado, "Rosneft" en vez de 5300 millones de rublos pagó 2400, LUKOIL redujo la multa de 2400 millones hasta 659 millones de rublos, y consiguieron descuentos algunas otras companías.

La corrupción vs mercado libre

Los precios en Rusia crecían, crecen y van a crecer mientras los funcionarios de todos los niveles defiendan los intereses económicos de los productores, intermediarios y redes comerciales a los que tengan más "cariño". A esta conclusión llégo el diputado de la Duma de la región Sverdlovskaya, el jefe del departamento regional del "APOYO de Rusia" Evgueni Artiukh.

En algunos casos, la intervención de los jefes de unos u otros departamentos lleva a que los precios de los alimentos se multipliquen. Como un buen ejemplo para ello, el parlamentario puso la renuencia de los funcionarios ekaterinburgueses a desarrollar en los Urales una red de mercados agrícolas. "Los campesinos no tienen posibilidad de vender su producción por su cuenta. Como resultado, pasan cosas sorprendentes. En la provincia de Irbit, las patatas cuestan 15 rublos por kilo, y en Ekaterimburgo, 50-60 rublos", - dice E. Artiukh.

Según él, hace poco el city-manager de Ekaterimburgo Alexandr Yakob remitió a las autoridades regionales una carta, en la cual pidió plantear la cuestión del cierre de la feria agrícola semanal en el centro de la ciudad, que representa una gran competencia para las redes comerciales. La confabulación de los funcionarios con los empresarios permite a estos últimos mantener el monopolio y de ahí, los altos precios para la producción.

El diputado de la Duma de la Region Sverdlovskaya Georgi Perski recuerda que junto con la corrupción nacional, en Rusia existe la corrupción intercorporativa. "Es un mal social omnipresente. Los sobornos ya desde hace tiempo son procedimientos normales durante las compras. Son los motivos del crecimiento de precios de los servicios y de la producción".

"Impuesto político" para el comprador

Asimismo, en Rusia, en realidad, se han formado relaciones feudales con el gran negocio. A los empresarios vasallos se les permite infringir la ley con la condición de que paguen a su señor - el estado - una recompensa. Ésta, en particular, consiste en el apoyo de los representantes de la élite en las elecciones.

Según el politólogo de los Urales Anatoliy Gagarin, una parte de los beneficios recibidos por los monopolistas procedente del crecimiento de precios y tarifas, se destina a la realización de proyectos políticos. "Esta dependencia no es explícita, nadie la anuncia, pero existe", - admite.

Según la opinión de A. Gagarin, la parte principal de los presupuestos políticos debe ser estudiada en breve. A finales de 2011 tendrán lugar las elecciones para la Duma de la Federación de Rusia, y en primavera del año siguiente los rusos tendrán que elegir al Presidente del país. Eso significa que los compradores aún tendrán que sacar de sus bolsillos, en concepto de un "impuesto pre-electoral", no poco dinero.

Constantin Dzhultaev, Liudmila Maslova, Vladimir Terletskiy