Dejad el carbón para mañana

19.11.2010 — Informes analliticos

El futuro de la generación carbonera en Rusia está puesto en duda.Las más sólidas compañías energéticas han renunciado a los planes originales del paso por parte de las centrales térmicas al uso de combustibles sólidos. Los expertos consideran que el amor incondicional de los ingenieros energéticos hacia el gas, no sólo destruye la industria del carbón, sino que amenaza la seguridad energética del país. Armado con las estadísticas, el corresponsal de "RusBusinessNews" evaluó las causas y las posibles consecuencias de la inminente victoria del combustible azul sobre el carbón.

El renacimiento del carbón

Hasta los años 80 del siglo pasado, la generación soviética utilizaba carbón de forma activa. Luego se inició la denominada "pausa del gas", y el combustible azul empezó a dejar de lado gradualmente al carbón. Dicha pausa no debía prolongarse más de 10 ó 15 años, tiempo que había sido exigido por los científicos e ingenieros energéticos para la elaboración de nuevas metódicas económicas y ecológicas, para el consumo de carbón. Sin embargo, las reformas de los años 90 enmarañaron los planes, y el proceso de reanudación del uso del carbón se dilató por un período de diez años más.

A principios del s.XXI se puede hablar de la época del renacimiento "del carbón". La energía apenas ha estado lista para afrontar la creciente demanda de la reconstituída industria de Rusia. Surgió una fuerte necesidad en las nuevas capacidades y en la reconstrucción de las antiguas. El déficit de gas en el mercado interior, condicionado por el aumento de los suministros de la exportación de "Gazprom", indujo a los ingenieros a reanimar la idea de la vuelta a la generación del carbón. Además, apareció un estímulo económico: a mediados de la primera década de este siglo, ambos combustibles costaban prácticamente lo mismo.

En 2006 la sociedad de acciones "EES de Rusia" comunicó que disminuiría la cantidad de gas en el balance de combustible del país del 69% al 67% por cuatro años, y al 60% para 2015. La parte de carbón para los siguientes 9 años esperaba ser aumentada entre un 27% y un 37%. A continuación lo empezado por dicha sociedad, lo continuaron sus "hijas" OGK y TGK. TGK-10 ("Fortum", S.A.) se disponía hace varios años a pasar al carbón tres de sus centrales térmicas en la región Chelyabinskaya. La estrategia del carbón fue elaborada en KES-Holding, OGK-1, y OGK-3. La última. Además, acaparaba de forma importante los activos del carbón.

La crisis económica de 2008 "congeló" los planes delos ingenieros energéticos. Pero en 2009 y principios de 2010 el carbón, empujado por el encarecimiento del gas, empezó de nuevo a pisarle los talones. "En los últimos tres años el precio del combustible azul ha aumentado casi en un 25% anual. Si dicho crecimiento continúa, nos pondremos a dejar que la cuota de carbón se desarrolle", comunicaba en abril del presente año el presidente de KES-Holding Mijaíl Slobodin. Hasta finales de 2010 la empresa contaba con economizar en sus centrales en la región Sverdlovskaya mil millones de metros cúbicos de gas.

Medio año después KES y otros generadores han dado un paso atrás. "La estructura del balance de combustible no cambiará todavía. La demanda china de carbón altoenergético ha provocado el alza de precios del mismo. Además, hoy en el mercado hay una oferta excesiva de gas", comunicó en octubre de 2010 el vicepresidente ejecutivo de KES Eduard Smelov.

Los "excedentes" de gas, señalan los analistas, son la consecuencia del impacto de las exportaciones de "Gazprom". Según palabras del experto del Fondo de seguridad energética nacional Igor Yushkov, el gigante del gas ha perdido en el presente año los mercados europeos como consecuencia de la revolución "de la pizarra" en Estados Unidos. "No hace mucho, el gigante ruso construía grandes planes de expansión al este y al oeste. Sin embargo, después de que en América, a principios de 2010 creciera bruscamente la obtención de gas, Europa redujo sus importaciones procedentes de Rusia. Ahora "Gazprom" está obligado a desarrollar su presencia en el mercado enterno", señala I. Yushkov.

El cambio del curso monopolístico "de las ventas" corrigió los planes de combustible de los ingenieros energéticos arrinconando los proyectos tocantes al carbón.

El desequilibrio de combustible en la energética atrasada

En la estructura del combustible de las estaciones nacionales, el gas ocupa un 70% y el carbón, sólo un 28%. En ningún otro país existe tal desproporción. Según los datos del Institute for Energy Research, en el mundo a la generación del carbón le corresponde un 39% de media. En muchos países ocupa la mitad de la cartera de combustibles de las compañías generadoras: en Polonia el 96%; en India el 81%; en China el 79%; en Estados Unidos, el 54%; en Alemania el 51%. En los últimos años el carbón se ha convertido en el más atractivo para Europa a causa de las dudas en la fiabilidad de los suministros de gas, derivadas del conflicto energético entre Rusia y Ucrania.

Rusia dispone de colosales reservas de carbón tales como 192.300 milloes de toneladas de las categorías А+B+C1 y 78.500 millones de toneladas de la categoría C2. Los carbones energéticos procedentes de ellos legan al 80%. El mayor proveedor de carbón es la cuenca Kuznetskiy, donde se obtiene el 55% de todos los combustibles fósiles. Cada año Rusiaproduce más de 300 millones de toneladas de carbón.

En el país actúan del orden del 20 estaciones gasocarboníferas. Según estimaciones, su total paso al carbón permitirá ahorrar hasta 27.000 millones de metros cúbicos de gas al año. "Enviando gas para calefacción estamos quemando nuestros futuro, divisa y nuevas tecnologías. El gas se puede usar de manera sensata, sacando la energía del carbón" , - asegura el presidente del sindicato independiente de trabajadores de la industria del carbón Iván Mokhnachuk.

Sin embargo, los expertos señalan que en principio, la energética rusa no está preparada para la revolución "del carbón". "El paso al carbón declarado por los generadores es un alboroto iniciado por "Gazprom". El rearme de combustible exige enormes gastos hacia los cuales la industria energética nunca irá de buen grado. Hacerles construir capacidades carboníferas modernas es imposible", - contaba a "RusBusinessNews" el representante de una de las empresas generadoras.

Según sus palabras, el bloque energético del carbón es un tercio más caro que el del gas, del orden de 2000 dolares USA por un kilovatio de potencia. Son necesarios grandes medios para la construcción de vertederos, de distribuciones de agua y de construcciones de limpieza. También hay que pagar de forma regular por el cielo negro y la introducción de costosas reservas de tecnología para la quema ecológica del carbón. La ciencia y la industria rusas no pueden ofrecer, desgraciadamente, a los generadores sus propios trabajos de elaboración. Y los que tuvieron tiempo antes de la perestroika de ser creados, se han quedado irremediablemente obsoletos.

"Europa ha dado en las dos últimas décadas un fuerte tirón tecnológico en cuanto a energética del carbón. Y nosotros nos hemos quedado en el nivel de los años 80 del siglo XX", considera el ingeniero jefe de la Filial TGK de Sverdlovsk Leonid Soloviev.

De la astuta "Gazprom"...

El componente de combustible de la energética de los Urales es equilibrada en comparación a otras regiones. Según la información del director de la "Dirección unificada de proveedores de sistemas de energía de los Urales" (ODU Urales) Petr Erojin, la proporción de gas y carbón en el Distrito Federal de los Urales es de 50 a 50, y en algunos territorios, de 60 a 40. La verdad es que en las regiones Sverdlovskaya y Chelyabinskaya el gas ha desplazado poco a poco a la competencia. En la región gasopetrolifera Tyumenskaya, en Yugra y en Yamal el tema del carbón no se discute de manera comrensible.

La energética de las regiones industriales del Distrito Federal de los Urales está conectada con la quema de, fundamentalmente, ekibastuzskiy (Kazajstán) y otros carbones locales. Éstos últimos son de muy baja calidad. "La central Bogoslovskaya consume cerca de un millón de toneladas de carbón volchanskiy al año, el cual se quema pésimamente. Pero si renunciamos a él, los mineros se quedan sin trabajo", - aclaró L. Soloviev. En "Fortum", S.A., a su vez, no excluyen la posibilidad de reemplazar gradualmente el carbón korkinskiy (región Chelyabinskaya) por otro de importación.

El ekibastuzskiy tampoco responde a las exigencias de los ingenieros de los Urales. "De 100 vagones, la mitad no es carbón, sino ceniza que deteriora el equipamiento y que tenemos que almacenar en algún sitio. A modo de comparación: en Europa, la cantidad máxima de ceniza es del 10% ya que enriquecen el combustible en el mismo lugar de extracción", - señala Leonid Sololvjev.

En Rusia también se da la práctica de enriquecimiento del carbón pero, como norma, los materiales fósiles de calidad van para la exportación. La paradoja está en que las centrales térmicas nacionales no consideran el uso de combustible de muchas calorías. Pueden quemarsólo carbón de poca riqueza con bajo nivel de acción útil y alto precio por kilovatio/hora. "La revisión de los parámetros de combustibles exige la introducción de cambios en los esquemas de quema de carbón, y de una estricta observación de la tecnología. Son necesarias unas serias inversiones en la modernización de las estaciones de hasta 100 dólares USA por kilovatio de potencia establecida", - declaran los representantes de "E4-SibKOTES", S.A.

La enumeración de limitaciones, es sólo una parte de la larga lista de problemas relacionados con la reorientación de la energética rusa. L. Soloviev señala que utilizar carbón saldrá a cuenta en cuanto al coste del gas dos o tres veces más que el precio del carbón (ahora la diferencia es del 20%-30%). Piotr Erojin tampoco ve motivos económicos para esta revolución del combustible. Sin embargo, esta seguro de que el desarrollo de la generación del carbón es imprescindible para la seguridad energética del país.

Por lo demás, una serie de expertos considera que a Rusia no le vale la pena destruir su tradición del gas. Igor Yushkov señala que las reservas del mismo que hay en el país son suficientes para mucho tiempo, y todas las conversaciones acerca de su futuro déficit son una astucia de "Gazprom".

Las tecnologías existentes y los obstáculos financieros, las tendencias mundiales en economía, los intereses comerciales y las posibilidades administrativas de "Gazprom" llevan a la seguridad de que en los próximos cinco años, la última palabra en la energética rusa la tendrá el gas. Puede que el carbón suba en importancia, después de que el coste del gas en los mercados interno y externo se equilibre. Pero en cualquier caso la revolución del combustible, pase cuando pase, tendrán que pagarla los consumidores.

Marina Sirina