La niebla de ilusiones Skolkovo

11.11.2010 — Informes analliticos

El gobierno ruso ha decidido hacer una revolución en la ciencia. Por este motivo, del presupuesto del Estado se asignan miles de millones de rublos en concepto de subsidios para los científicos. Las autoridades esperan que vendrar a Rusia, a trabajar los renombrados personajes del mundo de la ciencia. Mientras tanto, los expertos dudan que la "importación de cerebros" ayudara al país a hacer un gran avance tecnológico. Como aclaró el comentarista de "RusBusinessNews ", en Rusia no hay nadie capaz de recoger las ideas de los genios, porque el sistema actual se centra en lo mas banal, que es "repartir " sin nungun sentido el dinero presupuestario. Por lo tanto, el éxodo desde Rusia "de cerebros" y de capital continuará.

El Ministerio de Educación de la Federación Rusa ha nombrado a los científicos ganadores de una subvención por valor de 150 millones de rublos. Entre los cuarenta ganadores - famosos científicos rusos y extranjeros: El Premio Nobel Ferid Murad, el ganador de la Medalla Fields Stanislav Smirnov, el ganador de la medalla Dirac Vladimir Zakharov y otros. Estos científicos llevarán a cabo sus investigaciónes en 14 universidades de Rusia, de las cuales fueron hechas las peticiones. Las autoridades rusas se proponen que a finales de noviembre serán nombrados 40 ganadores más, subsidiando la ciencia, por un total de 12 mil millones de rublos.

Por su parte, los científicos dieron una buena acogida a la noticia de una mayor financiación para la ciencia. Según el director del centro de la "Nanotecnología" Vladimir Shur, las subvenciones - son una cosa muy buena, porque ellos unen a los profesores de Rusia con sus homólogos extranjeros, ampliando de esta manera los horizontes del conocimiento científico. Los investigadores también están contentos por la construcción de laboratorios modernos e incluso líneas de producción. Ademas, invitando, por ejemplo a los equipos de investigadores a Skolkovo, las autoridades rusas pronuncia palabras hasta ahora desconocidas para muchos: "Digan lo que necesitan, y vamos a comprar cualquier equipo".Sin embargo, la repentina lluvia de dinero, no disipa el escepticismo de algunos científicos, que creen que los avances en la ciencia se han realizado no sólo por la financiación.

Director del Centro de desarrollo de la innovación y la inversión del Instituto de Economía de la filial de los Urales de la Academia Rusa de Ciencias, Vladimir Bochco cree que en un mundo global, un avance tecnológico se puede hacer, en principio, en cualquier país que haya obtenido el algoritmo para alcanzar sus metas. Un desarrollo innovador se produce en las sociedades donde hay una gran masa de personas, que están apasionados con el conocimiento científico y tecnológico. En la Rusia actual, por el contrario, se aumenta el desprecio por los investigadores y los bajos salarios. En consecuencia, no hay una comunidad de personas dispuestas a acopilar y desarrollar las ideas de los premios Nobel. Por lo tanto, Bochkov V. esta convencido de que invitar a destacados científicos del extranjero, carece simplemente de sentido: todo esto con el tiempo se convertirá en una gasto banal del presupuesto.

El Jefe de Departamento, Instituto de Economía y de Ingeniería Industrial de la filial de Siberia de de la Academia Rusa de Ciencias Andrei Korzhubaev también cree que los fondos serán gastados ineficientemente: los científicos de todo el mundo no pueden permitirse el lujo de vivir en Rusia durante cuatro meses al año, y los que si pueden, evidentemente, ya no estan en la cima del mundo científico. La historia de la invitación a Skolkovo de los Premios Nobel Andrey Geim y Konstantin Novoselov demostró que Rusia no puede contar ni siquiera con los científico rusos, radicados en el extranjero: estan preparados para regresar sólo los perdedores, que no se encajan en una nueva sociedad para ellos.

Según A.Korzhubaev, invitando a laborar destacados científicos, obviamente los funcionarios estan tratando de mover al suelo ruso, la experiencia extranjera. Pero hacen estos intentos demasiado formales, sin tener en cuenta la psicología y las motivaciones del comportamiento humano. Muchos especialistas emigran a los EE.UU., porque allí se ha creado una excelente infraestructura que recuerda la atmósfera académica de un crisol de razas grandes. Por su parte, China atrae a los científicos por la capacidad de implementar rápidamente sus desarrollos en una producción masiva. Invitan y a científicos chinos que trabajaron en Occidente en los laboratorios dirigidos por profesores de renombre. Al tener conocimiento, en sentido figurado, para contar y escribir", dichos científico cuando regresan a China reciben beneficios sociales garantizados (vivienda y salarios altos), asi como poderes y recursos financieros. Esto distingue a China de Rusia: si los científicos dejan Beijing es solo para ganar experiencia, otra parte de el país de la "congelación perpetua", los científicos la dejan para siempre, porque alli es imposible realizarse.

En Rusia hay un abismo enorme entre la ciencia y el mundo burocrático. Como escribierón recientemente en una carta abierta al presidente Dmitry Medvedev, cerca de dos mil científicos, en la educación y la esfera de la ciencia ocurre un caos, y que las autoridades ni siquiera tratan de fingir que el dinero se asigna a planes razonables. En consecuencia, los programas de desarrollo de las universidades, en sentido figurado "se toman de el techo": La universidad Estatal de Moscú M.V Lomonosov, por ejemplo, dijo que para el 2020, dentro de sus paredes trabajaran cientos de ganadores de premios internacionales incluyendo el Premio Nobel y Medalla Fields. Según los expertos, esto ocurrirá, sólo en el caso de que para Moscú se aumente el flujo de los científicos extranjeros. Tal vez, organizar el flujo de científicos extranjeros ganadores de premios internacionales, y es el objetivo de los funcionarios en este momento, pero la idea ha sido inicialmente un fracaso ya que científicos serios trabajan, y no estan dispuesto a cubrir el gasto del presupuesto con sus nombres.

Como dijo recientemente el rector de la Academia de Economía Nacional de Rusia, Vladimir Mau, ahora, la exportación de capitales no son solo por parte de los oligarcas, sino por parte de los empresarios de medio. Esto significa que ellos no creen en las perspectivas del país y la protección de la propiedad privada.

El gobierno, por lo extraño que parezca, no trata de disuadir a los cientificos, incluso anunciando la construcción de la Federación de Rusia de una "Silicon Valley" en Skolkovo. Dice el jefe de TD "Rosnanosvet" George Baumshteyn, los empresarios miran con mucho interés en dicho proyecto, pero les preocupa la falta de claridad en materia comercial. Es obvio, que se gastará mucho dinero para la construcción de una zona libre económica, que incluya las instalaciones de producción, así como los centro de realizacion de produccion, pero sobre la forma en la cual el estado reembolsara sus gastos no se dice nada. Los científicos, a los cuales se les ofrece dinero para implementar el desarrollo, no creen en el "queso gratis", por lo que es razonable preguntarse: "¿Nos exigiran una participación en nuestro negocio o prestaran un representante de ventas en general, que va a vender nuestros productos innovadores?"

La claridad en este tema debia haber ocurrido mucho antes de que fueran invitados los científicos a participar en el proyecto Skolkovo. Pero en las leyes actuales pertinentes al tema no se oye nada, aunque el sonido de la pandereta por parte de gobierno se escucha ya por un largo tiempo. Sin embargo, tener la ley no es suficiente: se ejecutará?. En Rusia, patológicamente no les gusta respetar los derechos de propiedad intelectual. El problema no se ha resuelto desde 1991, por esta razón toda la gente pensadora desde hace mucho tiempo entiende que la élite de Rusia quiere seguir desempeñando las relaciones sociales arcaicas, basada en un sentido feudal de la propiedad privada. La pregunta que se hacen; es posible en esta situación atraer la inversión extranjera a Rusia y "el cerebro", su respuesta es sobreentendia.

Vladimir Terletsky