IKEA se ha despedido de los abedules de Siberia

17.09.2010 — Informes analliticos

El consorcio IKEA anunció en 2008 su decisión de construir en la ciudad de Ishim (región Tiumenskaya) un complejo para la producción de muebles semifabricados. Entoces alquiló 70,000 hectáreas de bosque, tras pagar por lote en subasta 5.6 millones de rublos y 18 millones más en calidad de alquiler por dos años. Según palabras del vicejefe del gobierno de Ishim, Aleksandr Pak, en la primera etapa el proyecto suponia el abastecimiento y la elaboración de más o menos 250,000 m2 de madera; y en la segunda, la producción de semifabricados y recogida de muebles. El volumen de financiación se valoró en primer lugar en 10 millones de euros, y en segundo, en 50 millones. Las autoridades locales calcularon que en la ciudad se crearían cerca de 500 puestos de trabajo.

Durante dos años en los medios de comunicación rusos han aparecido mensajes de que la compañía sueca está a punto de empezar con la realización del proyecto. Pero al final no ha empezado. Ninguna renuncia oficial, confirma A. Pak, ha sido dirigida a la administración, pero las autoridades fueron notificadas de que la construcción no se iniciará próximamente. La congelación del proyecto ha entristecido al gobierno de la ciudad: todas las cuestiones relativas a la comunicación han sido resueltas, y la calidad de las materias primas (abedules) han satisfecho al inversor. Como IKEA no ha anunciado los motivos de su decisión, los funcionarios suponen que la "despedida a la francesa" de los suecos fue motivada por la economía general en Rusia.

El director de economía forestal de de Ishim, Valeriy Glazunov, supone que la compañía sueca calculó reducir los gastos de transporte , acercando la producción a los astilleros. Pero, evidentemente, el inversor se convenció de que no valía la pena: no hay suficientes abedules de calidad en Ishim.

El responsable del departamento del complejo forestal de la región Tyumenskaya, Andrey Medintsev considera que IKEA sobreestimó el mercado de los muebles en Rusia, el cual, no pasa por su mejor momento. Según datos de los funcionarios, el volumen de ventas de muebles en la región se redujo en 2009 en comparación con el año anterior en un 40-50%. En el año en curso, la caída continúa: la estadística señala una reducción de ventas en un 30% más. Consecuentemente, tampoco crece la demanda de muebles prefabricados.

El mercado de muebles de madera maciza en Rusia no está muy desarrollado, por lo que las empresas no se encuentran preparadas para colaborar con IKEA: según palabras de A. Medintsev, la compañía sueca no puede encontrar un socio de producción en Rusia. Hace algún tiempo el consorcio intentó sacar a la venta cómodas y otros artículos en el "Complejo maderero "Octubre Rojo", S.A., pero a los rusos les resultaba difícil construir bajo las órdenes de la empresa sueca, la cual ocupa un nicho valorativo especial.

La vicedirectora general de "Octubre Rojo", Olga Kvyatkovskaya comunicó a "RusBusinessNews", que la empresa produjo ya en alguna ocasión tableros para muebles de madera natural, pero dicha producción terminó bloqueándose. Las causas fueron varias: primero, en la región Tyumenskaya no hay bastantes materias primas para responder a las exigencias de los productores de muebles de madera maciza, y en segundo lugar, no hay bastante demanda. El proceso de producción de paneles para muebles de madera natural es demasiado caro: para la producción de un metro cúbico de panel son necesarios 3 metros cúbicos de madera. En Rusia los precios de las materias primas crecen constantemente, tanto para el papel de textura, como para el alquitrán, y la leña técnica, de los que se saca la viruta. Y también se encarecen los portadores de energía: las medidas de conservación no son capaces de nivelar el alza de los precios. Todo ello lleva ya a un estancamiento, ya a la caída de la producción. El mercado mobiliario, confirma O. Kvyatkovskaya de ninguna manera se ve afectado por la decisión de IKEA de congelar la construcción de la planta de semifabricados: ante la necesidad de paneles de buena calidad, siempre se pueden comprar en Omsk. Pero por ahora no hay necesidad: el mercado se estrecha.

Las superficies forestales que alquiló IKEA están libres, de momento. Aleksandr Pak está seguro de que el proyecto en Ishim se llevará a cabo de todas formas: ahora se mantienen negociaciones con Kazajastán y Uzbekistán, tradicionales consumidores de madera siberiana. En verdad, los empresarios están preparados para la elaboración de tableros. También han llegado importantes firmas chinas que, tal como confirma Valeriy Glazunov, han propuesto suministrar sierras de bastidor y secadores, y luego enviar los tableros a China. El acuerdo no ha sido cerrado.

Los expertos señalan que los intentos de las autoridades regionales de arreglar en Rusia la venta de productos de madera de la competencia se han derrumbado: las fábricas de manufactura se detienen, el equipamiento envejece a ojos vista, y los medios financieros depositados para la producción no devuelven nada. Aquellos pocos inversores que todavía intentan realizar proyectos de elaboración de muebles prefabricados se orientan excepcionalmente a su exportación. La causa es banalmente sencilla: un país cuya población es pobre no puede darse el lujo no sólo de tener casas de madera prefabricada, sino ni siquiera de muebles de madera maciza.

La economía reacciona ante la realidad rusa de manera consecuente: de acuerdo con las estadísticas, en la región Tyumenskaya se reducen los volúmenes de producción de muebles, de tejidos de lana, y de artículos de plástico y de goma, pero en cambio aumentan los de extracción de petróleo y gas natural.

Vladimir Terletskiy