Los generales cuprosos van a cultivar el trigo en la ciudad más sucia del mundo

01.07.2010 — Informes analliticos

La ciudad de Karabach ha sido denominado por la UNESCO la ciudad más sucia del mundo. La fábrica de fundición de cobre que fue construida al principio del siglo XX ha echado más de 14 milliones de toneladas de sustancias dañosos en los últimos años, lo que ha causado unos cambios irreversibles al medio ambiente. En los años noventa la empresa estaba al punto de desaparecer pero la falta de materias primas hizo a los generales avivar los hornos de nuevo. La Empresa Rusa Cuprosa (ERC) que obtuvo el control de la fábrica en 2003 declaró que la producción sería modernizada completamente.

El nuevo proprietario comenzó la reconstrucción en 2004, justo después de una fuerte emisión de gas sulfuroso que quemó todas la plantaciones de vegetales en la ciudad. Los habitantes de la ciudad accedieron a la justicia, la Fiscalía inició una acción criminal en contra del ingeniero principal de la ZAO Karabachmed. El director de relaciones públicas de la ERC Alexandr Khanin comentó que en 2005 sería instalado un nuevo equipamiento y el asunto de las emisiones sería quitado.

Según el sitio web oficial de la ERC, invirtieron unos 120 milliones de dólares estadounidenses en la reconstrucción tecnológica y ecológica de la producción de la ZAO Karabachmed. Querrían utilizar los fondos para adquirir un sistema moderno de purificación de agua y gas de la empresa sueca Boliden Contech AB así que una maquinaria WSA de la empresa danesa Haldor Topsoe AS que podía captar el gas sulfuroso y convertirlo en el ácido sulfúrico comercial. Según el proprietario, las tecnologías avanzadas permitieron de resolver el problema ecológico de la ciudad de Karabach y construir "una nueva empresa metalúrgica que correspondía a los estandardes europeos de seguridad y protección de ecología".

Sin embargo, en 2007 una nueva emisión tuvo lugar. La Fiscalía de la protección de la naturaleza y la Inspección rusa de control técnico accedieron a la justicia contra la ZAO Karabachmed para forzar a los gerentes de cumplir con sus obligaciones. La empresa prometió de realizar una otra reconstrucción por lo que aquella vez terminaron por un acuerdo amistoso. Abril 2008 - una nueva emisión. El Fiscal de la protección de la naturaleza accedió a la justicia de nuevo exigiendo que cambien el régimen de trabajo para eliminar la contaminación del medio ambiente. En junio cuando la tramitación estaba a toda marcha la terra atormentada recibió una porción adicional del ácido sulfúrico. Petr Sumin que fue Gobernador de la región de Chelyabinsk en aquel tiempo ordenó de conducir una investigación y tomar medidas urgentes. Las medidas fueron tomadas pero en junio 2010 una grande nube cubrió la ciudad. Según los testigos, el gas marchaba como un muro, la gente se ahogaba en sus pisos. Quemaron los jardines y árboles, los habitantes sentían el sabor de ácido sulfúrico en la boca.

El ingeniero principal de la empresa Igor Petrovich se negó a discutir el funcionamiento del sistema moderno de purificación de gas con el columnista del periódico RusBusinessNews: "Haga una demanda oficial. Si el director me da las instrucciones, podré hablarle del asunto". El Fiscal de la protección de la naturaleza de la región de Chelyabinsk Anatoly Ekimov aclaró la situación: "La maquinaria de la ZAO Karabachmed no permite, primeramente, de hacer completamente hermético el procedimiento de producción de cobre duro y, segundamente, no asegura la purificación total de gases. Compararía la fábrica con una cuchara abierta. Por eso las capacidades actuales de purificación de gas no permiten de transformar el gas sulfuroso al ácido así que no alcanzan captar todas las emisiones de la producción metalúrgica. "

Las autoridades locales conocen muy bien el asunto pero prefieren hacer nada (la administración de la ciudad incluso no tiene la maquinaria necesaria para controlar el estado de la atmósfera). El precio de esa inacción se conoce bien también.

En enero 2010 el Tribunal de la región de Chelyabinsk sentenció al diputado del distrito de la ciudad de Karabach Sergueï Kharin a cinco años en prisión de régimen especial. Ese elegido del pueblo exigió en 2007 que el parlamento examine la situación ecológica en la ciudad y pague a los habitantes la compensación por el daño causado. La Empresa Rusa Cuprosa consideró que sería más barato sobornar al diputado activo. Ofrecieron dinero a Kharin y le pidieron no organizar procedimientos de control, no acceder a la justicia y cerrar los ojos ante la violación de la legislación por la empresa de fundicón de cobre. El diputado consintió y el director general adjunto de la ZAO Karabachmed para los asuntos sociales le prometió de pagar 25 mil rublos cada mes.

Según el Tribunal, Kharin obtuvo 530 mil rublos por su consentimiento. Si el diputado no había exigido aumentar el pago mensual hasta 50 mil rublos, la transferencia del dinero hubiere continuado. Fue detenido y no negó que recibía dinero de la ERC. Además, durante la tramitación Kharin declaró que hubo otros miembros del órgano representativo del poder quienes recibían sobornos también. El ex diputado de la Asamblea de la ciudad Anna Murtazina lo niega: según dice, los diputados discutían los problemas ecológicos, tomaban decisiones, escribían cartas al proprietario de la Empresa Rusa Cuprosa Igor Altuchkin. Pero A.Murtazina reconoce que nunca les respondió. Nunca vieron mejoras ecológicas, pero esos no podían tener lugar: los gerentes de la Empresa Rusa Cuprosa comenzaron por sobornar a los representantes del poder y no les permitieron de atacar juntos la política industrial que asesinaba la ciudad, y luego los entregaron a la justicia y evitaron el juicio penal.

Según dice el Fiscal Anatoly Ekimov, es muy difícil hacer responsables a los jefes de la empresa. Una acción iniciada en 2004 terminó con ningún resultado. El Tribunal de la primera instancia declaró responsable al ex ingeniero principal de la ZAO Karabachmed Victor Ermilov por la catástrofe ecológica que tuvo lugar, pero el tribunal de la instancia superior revocó esta decisión por circunstancias formales. La tramitación nunca terminó. Los habitantes de Karabach no pueden alcanzar la justicia también. Después de unos años y varias reclamaciones judiciales, les pagaron 3 mil rublos a cada uno por el daño causado a la propiedad y la salud, lo que pareció un ultraje increíble.

Ahora la Fiscalía hace la verificación de los documentos administrativos de la ZAO Karabachmed. Según dice Anatoly Ekimov, se podrá considerar el paro de la producción. Los expertos lo dudan: el ex gobernador de la región de Chelyabinsk Petr Sumin se oponía a esa decisión en los últimos años y permitía a la empresa de violar la legislación que controlaba las emisiones. La fábrica se lo aprovechaba y sobrepasaba la concentración máxima admisible de gases dañosos en la atmósfera por muchas veces.

La posición del gobernador actual de la región Mikhaïl Urevich se podrá entenderla próximamente. Pero, según los expertos, no tiene muchas opciones: el grupo de trabajo para modernizar la maquinaria en tales ciudades bajo el control del Gobierno de Rusia, después de la demanda formulada por Petr Sumin, ha aprobado el plan de inversiones de Karabach, que preve aumentar la producción de la ERC desde 40 hasta 120 mil toneladas de cobre por año. Los autores del programa ofrecen también de desarrollar el turismo en la región, la industria de alimentación y agricultura. El gobernador Urevich tendrá que hacer muchos esfuerzos para alcanzarlo todo con la herencia que ha recibido, y lo que es aún más importante puede faltar las ganas de hacerlo: los proprietarios de la Empresa Rusa Cuprosa proporcionan regularmente fondos para grandes proyectos realizados por las autoridades regionales, lo que es claramente el motivo de alegría sincera para los funcionarios locales.

Vladimir Terletsky