Un negocio al estilo ruso: las dos caras del zinc de Cheliabinsk

18.06.2010 — Informes analliticos

El Servicio Estatal Antimonopolio de Rusia (FAS) ha presentado una demanda contra la "fábrica de zinc de Chelyabinsk", S.A. . Se acusa a la empresa de abuso de su posición dominante en el mercado, y de discriminación a los consumidores rusos de zinc. Los expertos opinan que con la aplicación de precios exagerados, los dueños del monopolio tratan de compensar las pérdidas sufridas durante la crisis. Con la caída de las ventas, la empresa prefirió imponer precios exclusivos en vez de reducir las pérdidas que, tal y como alclara el corresponsal de "RusBusinessNews", comportan un carácter de sistema.

La fábrica de zinc de Chelyabinsk violó, en opinión del Servicio Estatal Antimonopolio (FAS), dos puntos del artículo 10 de la ley "Sobre la seguridad de competencia". El departamento antimonopolio confirma que la empresa vendía zinc a los consumidores a precios diferentes, cimentando, evidentemente, una serie de condiciones discriminatorias para los compradores rusos. Según palabras del jefe de la dirección del Servicio Antimonopolio de Rusia, Maxim Ovchinnikov, a lo largo de los años 2008 y 2009, la fábrica de zinc estuvo abasteciendo de este material para la exportación con un descuento en comparación al precio que se había establecido en la Bolsa de Metales de Londres (LME). En el mercado interno, por el contrario, se impuso una prima complementaria al precio de la Bolsa de Londres: en el año 2008 dicha prima iba de un 8% a un 30%, y en 2009 de un 9% a un 19%. La empresa, confirma el funcionariado, no se tomó la molestia de llevar a cabo una argumentación económica de los precios, y por eso, el Servicio Antimonopolio empezó a sospechar que la fábrica no dejaba ningún tipo de opción a los consumidores, utilizando su condición monopolizadora en el mercado así que se amenazó a la fábrica con una multa que podía oscilar entre el 1% y el 15% de la ayuda recibida en el período examinado al mercado ruso.

El analista de la corporación financiera "Uralsib", Nikolay Sosnovskiy considera que los precios distintos del el zinc para consumidores extranjeros y rusos se explica el estrechamiento de os mercados para una salida de la producción de la fábrica en 2008. Los problemas con las ventas obligaron a la compañía a tomar una serie de medidas especiales de formación de precios para el mercado interior. En los años 2008 y 2009 los precios del metal cayeron, y debido a esta circunstancia, lo consumidores extranjeros de zinc pudieron obtener rebajas que alcanzaron cifras de hasta un 10%-15%. Hacer esto en un mercado mundial de competencia no les fue difícil, teniendo en consideración las referencias de los costes del metal a los precios "spot" generados en la Bolsa de Metales de Londres.

Comprar zinc más barato en el extranjero no compensa a los rusos debido a los excesivos gastos posteriores de transporte, determinados por las enormes dimensiones del país. Por eso, los metalurgos, utilizando su posición dominante en el mercado insisten en la imposición de precios fijos para su producción; más exactamente, los fijan sólo en caso de caída, mientras que por arriba no existe ningún tipo de límite. Proceden de esta manera no sólamente los metalurgos, sino también los profesionales del petróleo y del gas. Pero en el interior del país establecen de forma importante la diferencia consistente en que inluye la cuantía de las primas fijadas para diferentes consumidores. En ello está el especícico carácter ruso de la formación de los precios.

El principal analista de la compañía de inversión "Metropol", Denis Nushtayev no excluye que la Fábrica de zinc de Chelyabinsk manipule los precios utilizando como argumento la alta calidad del metal (la fábrica subraya en todos los comunicados que garantiza la producción de zinc de calidad SPECIAL HIGH GRADE, cuya pureza está garantizada en no menos del 99'995%). Pero el verdadero motivo del alza de los precios, suponen los expertos, tiene que ver con la situación de monopolio de la fábrica en el mercado ruso, y en la ausencia de un mecanismo para determinar las primas en los casos de aprovisionamiento interno.

El analista del "Banco de Moscú", S.A., Yuriy Volov dice que fundar en Rusia un mecanismo económico basado en la determinación de los precios es difícil en virtud de la ausencia de estabilidad económica, y de las colosales diferencias existentes entre las regiones del país. No obstante, hay que esforzarse para conseguirlo. En opinión de los expertos, la dinámica de los precios en la bolsa de Londres es en lo que debe convertirse la formación de los costes. Yuriy Volov considera que el estado no ha prestado atención a la fábrica de zinc de Chelyabinsk, porque éste ha comprado las materias primas en el extranjero aumentando así sus gastos.

Entretanto, no había ningún motivo para la "imposición" de las primas a los consumidosres rusos en un 20% por parte de la fábrica: de acuerdo con las informaciones suministradas por la propia compañía, el beneficio neto de la misma en el cuarto trimestre de 2009, creció en comparación con el tercero en un 289'23%. Hicieron posible este aumento las cotizaciones del zinc en la Bolsa de Londres, así como el aumento del volumen de ventas de la producción. El director general de la fábrica, Andrey Panshin comunicó a los medios de comunicación que el cambio de propietarios ayudó a resolver los problemas con las materias primas, constituyéndose en el mercado mundial una coyuntura favorable.

Los expertos que tienen relación con ello, señalan que los volúmenes de ventas podrían ser mayores si la fábrica se hubiera ocupado a tiempo de la modernización de la producción. No hace mucho tiempo, el consejo de directores de la empresa comunicó que tiene intención de invertir en su reconstrucción 622 millones de rublos sólo en el año 2010. Mediante el conjunto de innovadoras decisiones, la fábrica de zinc quiere mejorar la calidad de la producción así como disminuír las pérdidas que puedan derivarse de ella y que, según confirma el director del instituto de economía de los Urales, del departamento de la Academia Rusa de las Ciencias, Aleksandr Tatarkin, son considerables.

El órgano observador de la fábrica puso ante los gerentes la tarea de llevar a la fábrica a un nivel mundial de producción y de calidad, del cual se pueda sacar en conclusión, que el trabajo del nuevo propietario no lo satisface. Conformemente a eso, exigir primas altas de los consumidores rusos de zinc, alegando la elevada calidad de la producción, no es, hoy en día, algo correcto. Y según declaraciones de Maxim Ovchinnikov, en el año 2010, los precios para los industriales rusos sobrepasaron las cotizaciones de la Bolsa de Londres en un 15%-18%. El Servicio Estatal Antimonopolio no excluye la posibilidad de que después de conocer los actuales resultados del trabajo de la fábrica de zinc de Chelyabinsk, ésta amplíe sus pretensiones para el año 2010.

La dirección de la fábrica de zinc, no comenta el hecho mismo de la investigación antimonopolio: en el servicio de prensa de la empresa se le propuso al corresponsal de "RusBusinessNews" volver a llamar a finales de junio, ya que puede que sólo al cabo de ese tiempo, aparezcan comentarios.

Los expertos piensan que las causas del silencio se ocultan en la toma de conciencia por parte de los propietarios de la fábrica de la sencilla idea de que no pueden influir en el mercado mundial con sus 200.000 toneladas de zinc, de la misma forma que no pueden aumentar de forma sustancial su parte de ventas a los consumidores extranjeros. Para que ocurra esto, hay que incrementar las capacidades de efectividad y productividad de la fábrica. Pero, ¿de qué efectividad se puede hablar, cuando en 2009 , medio año después de la llegada a la fábrica del nuevo propietario, éste se vio obligado a amortizar la escasez de materias primas (de concentrado de zinc, y de residuo contenedor de zinc), que se reveló en el transcurso de la inventarización, en un volumen de 180 millones de rublos?

Con una administración así, en realidad no queda otra cosa que subir los precios. El consumidor ruso lo soportará. Y si no lo soporta, peor para él.

Vladimir Terletskiy