¿Habrá en Rusia un líder de modernización del país?

14.04.2010 — Informes analliticos

Evgueni Gontmáger, Director del departamento de los problemas de Desarrollo socioeconómico de INSOR, celebró en Ekaterimburgo la presentación del informe "Rusia en el siglo XXI: la imagen de la mañana deseada". El experto señaló que la situación de las empresas en 2009 se empeoró, y la corrupción aumento: el volumen de sobornos, de acuerdo con algunas estimaciones, alcanzó los 200 mil millones de dólares, lo que es comparable con el presupuesto federal. El país pierde el poco tiempo que tiene que paraconstruir una economía moderna.

El gobierno, según E.Gontmáger, tiene ilusiones infundadas acerca de los trabajos empezados en las industrias tales como el espacio y los productos farmacéuticos. La fabricación de nuevos medicamentos es un proceso tan costoso y largo, que a priori excluye a los inversores que deseen invertir en Rusia imprevisible. No hace falta esperar los avances en el espacio: los lanzamientos comerciales de satélites pronto dejarán de producir beneficios, ya que China va a ofrecer sus servicios más baratos.

Dentro de diez años Rusia incluso no pueda aprovechar su posición geográfica única: Transsiberian, que algunos analistas vieron como un corredor de transporte y que une el Lejano Oriente y Europa, es irremediablemente obsoleto y no se someta a restauración. Al mismo tiempo, China anunció la construcción de decenas de miles de kilómetros de carreteras de alta velocidad sin pasar por Rusia, lo que es comparable con el renacimiento memorable de la Ruta de la Seda. Una competencia con los chinos podrían hacer los japoneses, para los que, debido a las razones económicas y políticas, todavía sería ventajoso transportar cargas a través de Siberia, pero su propuesta de construir en el Lejano Oriente una infraestructura ferroviaria moderna había sido rechazada por los rusos. Ya que ОАО "Ferrocarriles Rusos" (RZD) prefiere invertir en los clubes de fútbol, pero no a los carriles ferroviarios, lo del corredor de transporte Berlín - Moscú - Ekaterimburgo - Novosibirsk, Rusia se puede olvidar pronto.

La situación en los mercados de materias primas también se está cambiando muy rápidamente. América cada vez más pasa al autoabastecimiento en hidrocarburos, comenzando el desarrollo de la plataforma. Europa diversifica los suministros de petróleo y gas, reduciendo su consumo. La transición a la llamada economía "verde", así como el desarrollo de tecnologías para la extracción de gas esquistoso ya dentro de unos diez años permitirá a los europeos convertirse en los exportadores de gas.

Al ppresupuesto federal, cree E.Gontmáger, dentro de tres años le faltarán los ingresos sustanciales, lo que pueda poner en duda muchos gastos, incluido el apoyo a las regiones. Los ingresos pueden incluso no ser suficientes para pagar las pensiones. Esta es la última línea, que el gobierno consienta a ceder y, por lo tanto, tomará medidas preventivas. Qué clase de medidas serán éstas se puede entender comparando con la situación en Ucrania. Allí, el Fondo Monetario Internacional a cambio de apoyo financiero propuso elevar la edad de jubilación para suspender la indiciación de las pensiones y dejar de pagarlos a los jubilados que continúan trabajando. 

Rusia está al borde de las mismas decisiones impopulares. Sin embargo, a diferencia de Ucrania, tiene una cierta reserva en la forma de propiedad estatal. Al prevatizarla, es posible reparar el agujero presupuestario para unos cuantos años: por ejemplo, los medios obtenidos de la venta de los activos de materias primas se puede ponerlos en cuentas especiales en bancos y de los intereses devengados pagar las pensiones. Esta medida temporal permitiría mantenerse hasta que la economía funcione. Actualmente nadie puede decir que la industria rusa ha comenzado a salir de la pobretería. Así, dentro de unos años surgirá el problema de qué llenar el presupuesto. Retrasar la edad de jubilación tendrá poco efecto: el clima socio-psicológico en Rusia lleva a la muerte prematura de las personas mayores y a la fuga de los jóvenes al extranjero. La fuga de los jóvenes profesionales es una amenaza muy grave para el futuro del país.

La crisis despejó el cerebro de élite: incluso hoy en día los funcionarios son conscientes de que la sociedad rusa ya no sería igual que antes de 2008. El declive de la industria mostró con toda claridad que el país debe modernizarse. Así que es necesario efectuar la modernización en todos los ámbitos sin limitarse a la economía. Pero precipitarse tampoco vale la pena.

Las reformas de Gaidar, afirma E.Gontmáger, se realizaban "sobre ruedas", es decir, sin una preparación cuidadosa y plan bien pensado. En definitiva obtuvimos en su mayoría los resultados negativos: el poder oligárquico, la economía monopolizada, la sociedad pobre. Los intentos de las autoridades presentar como logros las libertades políticas, no no apoyados en una base económica, vinieron a parar en el fusilamiento del parlamento ruso en 1993 y en la falsificación de las elecciones presidenciales en 1996. 

A principios de 2000 las autoridades efectuaron el error opuesto: pararon las instituciones democráticas, pensando que los rusos aún no maduraron para gozar de ellas, y se dedicaron a la economía. Al final, llegaron a la pérdida de las libertades políticas sin poder reformar la economía, ahogándose en la corrupción y la omnipotencia de los monopolios federales y regionales. Las sociedades de una estructura similar son muy inestables: tan pronto como la crisis tubo su impacto, Rusia empezó atambalearse.

Hoy, el país, cree E.Gontmáger, no tiene otra forma de desarrollo, excepto la europea. Los partidarios de la forma rusa especial se refieren a China que no da prisa para introducir el pluralismo político. El ejemplo del Imperio Celeste, considera él, no es muy significativo: el país tras la industrialización se verán obligado a pasar al sistema liberal de gobierno. En la época postindustrial para competir en el mercado mundial sólo se puede exclusivamente a costa del potencial intelectual de la élite, cuyo desarrollo calificativo es imposible sin el pluralismo en la política y la economía. 

Los adversarios de la democratización de la sociedad, según E.Gontmáger entienden la globalización mundial de una manera primitiva, asustando a los rusos con la pérdida de la identidad nacional, como hace tiempo los adversarios de la colectivización daban susto a los campesinos con socialización de las mujeres. La necesidad de que cada nación en encontrar su segmento en el mercado laboral mundial, por el contrario, obliga a los países a buscar reservas internas, aprovechando los puntos fuertes de la nación. Las ventajas de Rusia son, en su opinión, la educación superior que todavía sigue siendo fuerte y el potencial intelectual de los ingenieros rusos. 

Mientras tanto, los ingenieros presentes en la presentación del informe "Rusia en el siglo XXI: la imagen de la mañana deseada", comentaron al experto que en el país se se realizan las idea y se financian las elaboraciones que no son nada mejores. Como ejemploellos adujeron el sistema de defensa Sochi adoptado, que, según ellos, se hizo obsoleto hace mucho tiempo, y por lo tanto puede ser fácilmente eludido por los terroristas. Los ingenieros pidieron transmitir al presidente Dmitri Medvédev que existen personas que casi a su cargo están desarrollando los sistemas mucho más avanzados.

El expertos prometió a través de los funcionarios conocidos dejar la nota de los desarrolladores sobre la mesa de Dmitri Medvédev, recordando al mismo tiempo la idea recien propuesta por Vladislav Surkov, jefe adjunto del Gabinete de la Presidencia, de invitar a Rusia a los ingenieros alemanes para que lleven a cabo una nueva revolución tecnológica en el país. La idea de reconstruir el pueblo alemán parecíó a Evgeni Gontmáger totalmente absurda. Según él, dicha idéa atraerá sólo a los perdedores y aventureros de todas partes del mundo. La realidad actual es que los especialistas van a los EEUU. y a Europa, donde se sienten más cómodos. Rusia tiene que recorrer un largo camino para convertirse en el país de la vida confortable a donde quisiera venir todo el mundo. De hecho, este objetivo podría convertirse en una idea nacional de los rusos.

Mientras tanto, Rusia ni siquiera pisó el espinoso camino de la reformas. En las sociedades normales, el poder sirve de fuente de cambios para el pueblo, y para el poder esta fuente es la sociedad civil. En Rusia el pueblo y el poder se adaptaron uno al basándose en el deseo común de no dejar pasar a la palanca de mando a las personas más talentosas y cambiar el sistema corrupto. En consecuencia, el país se ve privado de ventajas competitivas en el mercado global. Los rusos no indiferentes hacen la pregunta razonable: "¿Qué podría servir de estímulo para el pueblo y las autoridades para que empiecen a cambiarse?"

Evgueni Gontmáger, Director del departamento de los problemas de Desarrollo socioeconómico de INSOR cree que en el país debe aparecer un líder que apoyándose en el 1% de los passionarians y en el 15% de la gente no indeferente pueda poner en marcha el mecanismo de modernización. Viendo que en el país algo ha empezado a cambiarse, tras los passionarians seguiría una parte muy importante de la sociedad. Como resultado, Rusia llegaría a un camino de cambios largo y difícil. El líder debe aparecer en el país no más tarde de 2012, cuando se inicia el próximo ciclo político. Si el Mesías no aparece, Rusia perdera su oportunidad y, finalmente, se encontrará en la periferia del desarrollo mundial.

Nadie de los participantes de la presentación discutió la última afirmación de E.Gontmáger. Sólo se quedo poco claro, dónde encontrar un líder, si la elite rusa no anhela el cambio y no va a dejar paso a nadie a la pirámide del poder. Ni siquiera el experto moscovita cree que ese proceso de renovación se puede iniciarlo desde el fondo. 

Vladimir Terletski