No dan paso para que el carro de combate producido en los Urales entre en el campo de batalla

03.03.2010 — Informes analliticos

La Alianza de empresas del sector de defensa de la región de Sverdlovsk ha discutido las perspectivas de la producción de armas en 2010. Según ha comunicado Vitaly Smirnov, el director general de la Alianza, el pedido militar estatal aún no está formado. Sólo sabemos que este pedido en términos absolutos será menos que el del año pasado, debido a que el Ministerio de Defensa reduce directivamente el coste de la producción en un 15%. También ha tenido lugar una redistribución de fondos: 10 de las 40 principales empresas tienen los pedidos aumentados en un 30% en y 11 empresas los tienen reducidos en un 40%. Principalmente al procedimiento del secuestro han sido sometidos los presupuestos de las fábricas de pertrechos.

El pedido estatal para la única fábrica de tanques de Rusia OAO "NPK "Uralvagonzavod" aún no está definido a pesar de la declaración de Alexander Postnikov, el Comandante general del Ejército de Tierra, sobre la adquisición de 261 carros de combate por el Ejército ruso. Los industriales no han confirmado esta cifra, declarando que aunque está en vigor su contrato anterior con el Ministerio de Defensa sobre la adquisición de 63 tanques por año. La información de cuando se firmará un nuevo contrato es desconocida: el precio por el producto ofrecido por los militares no conviene para Uralvagonzavod. Vitaliy Smirnov supone que el volumen del pedido se mantendrá en el nivel del año pasado o bien se aumentará por razones políticas, es decir, en provecho de mantenimiento de la capacidad tecnológica.

Los expertos están convencidos de que la decisión política ya está adoptada, que no entusiasma a funcionarios. El General Postnikov ha declarado que el ejército posee la cantidad de tanques dos veces más de lo necesario. El Ministerio de Defensa tiene la intención de disponer de modelos obsoletos y sustituirlos por otros nuevos. Sin embargo, aún no está claro dónde obtenerlos: los militares no están satisfechos con el T-90 producido por Uralvagonzavod no sólo por precio sino por calidad. El General Vladimir Goncharov, el representante del Ministerio de Defensa, ha declarado en la reunión de la Alianza de los sectores de defensa de Sverdlovsk, que el tanque ruso es una maquina de ayer, y que la fábrica a fin de no quedarse sin pedidos debe elaborar urgentemente un tanque de nueva generación.

Vladimir Volkov, el ex jefe de la representación de FGUP "Rosoboronexport" en Ekaterimburgo, no está de acuerdo que el T-90 no es necesario a nadie. Según él, unos países esperan su turno para recibir grandes lotes de estas máquinas. Pero como Uralvagonzavod no sería capaz de cumplir los contratos, se negó a firmarlos con algunos países. El Gobierno de Rusia no autorizó a cargar la fábrica sólo con los contratos de exportación, obligando a enviar la mitad de los tanques fabricados para el Ejército ruso. Uralvagonzavod no puede intensificar las capacidades en dos o tres veces por falta de piezas y dinero en el presupuesto de Rusia.

Los directores de las fábricas de los Urales estiman que se puede encontrar el dinero que la industria: según los datos prestados por Anatoliy Isaikin, el director general de Rosoboronexport, la exportación de armas en 2009 creció un 10% y la cartera de pedidos aumentó en 10 millones de dólares de EEUU. Las exportaciones siguen aumentando unos años y además las perspectivas de suministro de armamento ruso en el extranjero son muy buenas: el período de espera de algunos tipos de armas se ha extendido hasta 2017. Sin embargo, tanto los constructores de carros de combate como los fabricantes de sistemas de misiles C-300 PMU y C-300 no pueden cumplir los pedidos por falta de dinero. Lo más probable eso certifica que el dinero recibido por las crecientes exportaciones de armas no llegan hasta las fábricas.

Vitaly Smirnov afirma que los jefes de las empresas están sujetos a unos marcos financieros rigurosos que sólo pueden actualizar el viejo equipamiento. Les falta dinero para trabajos de investigación y desarrollo. Por ello, en Rusia todavía no ha aparecido ni el complejo C-400, ni un nuevo tanque y otro armamento. Dentro de los holdings creados los directivos de las fábricas, que deben proporcionar los avances científicos y técnicos en la industria de defensa, se ha convertido en los maestros de taller. Al fabricar la producción de miles de millones de rublos los directores de las empresas sólo pueden disponer de las sumas contados en milliones con la cuales es poco probable crear una nueva máquina de combate "Katyusha".

La excesiva concentración de las fábricas y oficinas de diseño dentro de las corporaciones y los holdings genera, según los fabricantes, sólo el caos y los trombos en la gestión financiera. Según la opinión de V.Smirnov, las condiciones más óptimas para el funcionamiento del sector de defensa fueron al final de la era soviética, cuando fue creado el consorcio "Antey". Benjamin Efremov, el jefe del consorcio "Antey", al recibir la libertad de disposición de fondos, en primer lugar los envió para los trabajos de investigación y desarrollo, ya que iba a estar presente en el mercado mucho tiempo. El Estado le quitó todos los fondos fenancieros al cabo de seis meses.

Al privar las empresas de la libertad económica, los funcionarios lo explican como el carácter específico de mercado de armas: a fin de no romper los precios se necesita la centralización. El día de hoy, sí, hay centralización, lo que falta son los trabajos de investigación y desarrollo. Arrancando los beneficios de las empresas, los accionistas públicos no sólo olvidan a financiar el trabajo científico, pero a veces ponen a los industriales del sector de defensa en la situación financiera muy difícil. En particular, el otoño pasado los accionistas trataron de tomar los beneficios de OAO "Fábrica de aparatos de radio" de Ekaterimburgo, que en la crisis ha perdido a un cliente importante civil tal como la sociedad OAO "AvtoVAZ", y ahora tiene que invertir en el desarrollo de nuevos productos.

Las pretensiones del Ministerio de Defensa para el tanque T-90C son del mismo nivel. El ordenante en uniforme militar no toma en consideración que las empresas funcionan en condiciones de mercado, que Uralvagonzavod fue construido con el cálculo expectativo no de 63, sino de 1200 tanques por año, que en el campo de los armamentos en los últimos 15 años el Estado ha financiado sólo el desarrollo de avión de quinta generación. En tales circunstancias, el carro de combate moderno no ha tenido posibilidad de aparecer.

Los expertos estiman que el actual Gobierno de Rusia en primer lugar debe decidir lo que quiere: una nueva generación de armas o dinero rápido de las exportaciones. La práctica demuestra que, incluso con dinero, no es tan fácil de "meterlo" en tecnología perspectiva: se necesita personal creativo, directivos responsables, la estructura óptima de producción, etc. La Rusia de hoy, sólo para crear las condiciones para la expedición de las armas de mañana, según la opinión de los industriales del sector de defensa, tardará no menos de diez años. Y con la condición que en las estructuras del Estado sea un consenso en relación con el vector de movimiento.

A juzgar por algunas de las señales procedentes del poder, está muy lejos hasta que un consenso se consiga. El Primer Ministro Vladimir Putin declara que el nuevo programa federal para desarrollar el complejo militar-industrial permitirá a las empresas a modernizar y adquirir una producción cualitativamente nueva. Los jefes de las empresas de defensa, por su parte, discuten la decisión burocrática sobre eliminación de control militar de calidad en las empresas y sobre secreto estatal, que echa un velo sobre la responsabilidad por la difusión de secretos y no estimula la venta de armamento nacional en el extranjero.

Los expertos creen que las decisiones similares oscurecen seriamente la perspectiva de modernizar el complejo industrial militar de Rusia.

Vladimir Terletskiy