El sueño de la mente resultó ser para Rusia la pérdida del negocio

25.07.2011 — Informes analliticos

Rusia en los próximos años puede convertirse en un país innovador, debido a que en el enorme estado no hay demanda para los desarrollos. Las grandes compañías prefieren comprar tecnologías terminadas en el extranjero, y en su parte los científicos con talento se van de Rusia, porque en la patria para ellos no es confortable vivir y trabajar. El freno principal del progreso según la opinión de los expertos son los monopolistas, los cuales se encuentran lo más cerca del dinero estatal. El comentarista de "RusBusinessNews" está convencido, de que sólo los obligaran a moverse las compañías transnacionales, pero el gobierno no se está dando prisa para admitirlos al mercado ruso.

En Rusia, según afirman los expertos, existen proyectos interesantes, hay dinero, pero el negocio de innovaciones por alguna razón no se emprende. Enuncian las más diferentes causas. Según la opinión del presidente de la compañía AG en Rusia y Asia central Dmitrij Meller, en el país existe una gran distancia entre la ciencia del negocio, lo que molesta convertir los conocimientos en dinero. El socio gerente de Almaz Capital Partners Aleksander Galitskiy explica este hecho con fracasos en la educación. En los años soviéticos las carteleras básicas en las instituciones de educación superior creaban institutos sectoriales de investigación científica. Los graduados posteriormente venían a ellos y generaban nuevas tecnologías. Hoy no hay ni institutos sectoriales, ni carreras básicas. Las innovaciones, según supone el experto, por completo están concentradas en las manos de las empresas líderes, las cuales deben restablecer las cátedras básicas y desarrollar las investigaciones aplicadas.

El director general de la sociedad anónima de tipo abierto "Compañía Científica Industrial "Uralvagonzavod" Oleg Sienko, entretanto expresó, que no se debe esperar un resultado rápido. La industria militar 15 años estaba en hibernación, alimentándose de ilusiones de que un día encima de la cabeza de las empresas caerá la lluvia de oro. Durante este tiempo el complejo industrial militar americano logró obtener unos importantes beneficios lanzando en revolución civil sus desarrollos militares de tipo GPS.

Y en Rusia hasta la actualidad no está aprobada la ley que regula las cuestiones de conversión, a pesar de que el gobierno se planteó su necesidad ya en el año 2005. Hoy no se podrá lograr restablecer las investigaciones simplemente "dándole al interruptor": cuando había ciencia - no había demanda, apareció la demanda - no hay ciencia. Algún que otro potencial científico le queda a las empresas, pero hacen falta medios para la investigación. Con ellos existen problemas, debido a que no hay encargos de los militares rusos. O.Sienko de momento no nota que en el país haya empezado el proceso de desarrollo fundamental. Aquel incluso no fue entregado: cualquier modernización precisa personas intelectuales, y ellas no nacen en un solo día.

Aleksander Galitskiy considera que la creación de un mercado de innovaciones es un asunto difícil y lento. Según la opinión del experto, el laboratorio cuántico, inaugurado en "Skolkovo", podrá dar un resultado práctico dentro de unos diez años. Será igual de bien, si para aquel momento en esa zona económica especial hayan encontrado su lugar aunque sea 50 capitalistas de venta. Es importante, que las personas con talento deseen realizarse precisamente en Rusia, es decir aquí ellos deben sentir confort. Y precisamente con el confort hay algunos problemas.

Según mostró la investigación "Barómetro desarrollo innovador en Rusia", el 80% de emprendedores y científicos no se fían del estado por el motivo de no haber en el país una competencia justa y por existir corrupción entre los funcionarios. Las excesivas revisiones, infinitas coordinaciones y procedimientos prohibitivos, dificultan extraordinariamente la introducción de innovaciones. El negocio, según afirma el director general de IRP Group Bulat Stolyarov, dice: "No hace falta "Skolkovo" - restituya mejor el medio".

El presidente de la junta directiva de la sociedad anónima de tipo abierto "Compañía metalúrgica de tuberías" Dmitriy Pushmyanskiy supone que no es suficiente simplemente con la modificación del clima de negocios - también hay que realizar una revolución en la mente de los científicos rusos. Los últimos en vez de ofrecer productos, siguen ofreciendo ideas que no están calculadas desde el punto de vista económico. Y el negocio valora el producto innovador en conjunto de factores: precio - velocidad de fabricación - efecto económico. Partiendo de los resultados obtenidos, los inversores deciden a qué producto innovador, nacional o internacional ellos deben invertir. La tracción asincrónica para la nueva locomotora eléctrica D. Pumpyanskiy decidió comprársela a Siemens. El millonario está convencido, que en Rusia no habrá innovaciones hasta aquel momento, mientras el estado no empiece a estimular la modernización de la industria, endureciendo los estándares ecológicos e industriales.

Ditrij Meller subrayó, que la actual clase gobernadora en Rusia debe aprender a pensar a largo plazo: los funcionarios acostumbrados a vender el petróleo, no se imaginan como pueden gastarse seis años para fabricar una turbina nueva, y después otros seis para esperar a que vuelvan los medios invertidos. Ellos no se dan cuenta a medida completa y de aquella circunstancia, que en la economía moderna las innovaciones no se realizan unipersonalmente y no se guardan en provisión - esto abarca a medida completa y las tecnologías militares. Por ello el gerente jefe de Siemens aconseja colaborar con los más diferentes socios - incluyendo también a los competidores.

El Presidente de la Asociación Rusa de inversores y emprendedores Aleksander Shojin considera, que es necesario abrir las puertas a pequeñas y grandes compañías extranjeras no sólo en el campo de las altas tecnologías, sino también en el sector de materias primas. Las corporaciones transnacionales, según él supone, obligaran a despertar a "Gazprom" y aumentarán la demanda por parte del último en nuevas tecnologías. Y de momento el gobierno de Vladimir Putin lleva una política directamente opuesta: las compañías estatales gozan en el mercado de privilegios en comparación con las compañías privadas. Esta hace la economía rusa aún más inefectiva.

Los expertos dicen, que en la sociedad se alteraron las uniones comunicativas: el poder no está interesado en dialogar con el negocio, el negocio - con el poder. El estado apasionadamente gestiona sus proyectos, relacionados con la celebración en Rusia de la Olimpiada de invierno - 2014 y el campeonato mundial de fútbol - 2018. Todas estas grandiosas construcciones de ningún modo forman la demanda para las nuevas tecnologías. Pero por lo demás, ellas no fueron empezadas para ese propósito: la asimilación de los medios presupuestarios a tan escala es comparable con los beneficios de la venta del petróleo ruso al extranjero.

Como resultado, los emprendedores, según afirma el suplente del director general de la sociedad anónima de tipo abierto "SUEK" Anna Belova, se dieron cuenta, que en Rusia lo principal es el proceso de distribución, y no el proceso de creación. Ella está convencida, que si la mente de la parte mayoritaria activa de la población no cambia en una perspectiva a corto plazo, ningunas ideas, ni recursos, ayudarán a crear en el país una economía innovadora. Simplemente ella para nadie será necesaria.

Vladimir Terletskiy